dilluns, 17 de gener del 2011

La misión del capitán Toulinet.


Fuentes militares norteamericanas confirman que la misión efectuada en 1970 por el capitán Toulinet tenía como finalidad entrar en contacto con la nave presumiblemente extraterrestre que abatió un avión norteamericano en Laos durante la guerra del Vietnam.

Toulinet era capitán del servicio norteamericano de inteligencia cuando el abril de 1970 recibió la orden de buscar un bombardero B-52 que se había estrellado en la selva. Lo curioso de la misión era el interés mostrado por la CIA a causa de los extraños mensajes enviados por la tripulación poco antes de la caida de la nave, en los que indicaba que era atacado por OVNIS.

Los soldados no pudieron creer lo que les enseñaban sus ojos después de llegar al lugar indicado: el bombardero no se había estrellado; al contrario, se encontraba intacto como si una enorme mano, en las palabras de Toulinet, lo hubiera agarrado a mitad de vuelo para colocarlo entre los imponentes árboles de la foresta indochina. Y esta imposible situación representaba un problema, ya que los comandos habían pensado internarse en un fuselaje resquebrajado por el impacto de un choque y ahora, no hallaban la manera de entrar en el colosal bombardero. Después de considerar sus alternativas, el capitán dio la orden de volar una de las escotillas del fuselaje con los explosivos de demolición que traían consigo.

Los tripulantes del bombardero se encontraban en sus asientos, afianzados por sus correas de vuelo. Estaban muertos, pero terriblemente mutilados con una precisión que sería la envidia de cualquier cirujano. Azorados, los soldados descubrieron que a pesar de las horrendas heridas practicadas a los cadáveres, había poquísima sangre en la cabina de vuelo, como si el fluido vital hubiese sido succionado por un aparato desconocido. Pero la disciplina militar logró sobreponerse a los nervios y el comando del capitán Toulinet tomó fotografías de los cadáveres y logró recobrar los materiales de alta sensibilidad que eran el objetivo de la misión. Los explosivos – colocados en el compartimiento de bombas del B-52 – asegurarían la destrucción total no sólo del aparato, sino de gran parte del bosque circundante. Los comandos regresaron a Saigón tras de ser evacuados de la zona por helicóptero y entregaron su macabro hallazgo a MACV (siglas de la Military Assistance Command Vietnam, el principal mando militar estadounidense en el teatro de operaciones).

El caso apareció mencionado por primera vez en el libro Extraterrestrials Among Us del autor George C. Andrews (Llewellyn, 1987) y posteriormente el investigador tejano Tom Adams comunicaría al mundo que el verdadero nombre de Toulinet era William English, hijo de un congresista del estado de Arizona, USA.